Musas y Paradigmas de la historia

domingo, 26 de septiembre de 2010

PINTURA

Algunas de las musas que han inspirado la parte pictórica provienen del cine, en particular, del cine mudo o de principios de siglo. Las expresividad de estas actrices es un claro ejemplo de la finalidad que se pretende con los retratos femeninos. Rostros llenos de luces y sombras que manifiestan señales de nostalgia, tristeza, sensualidad o dulzura.

En la pintura, algunos de los artistas que más han inspirado el estilo ilustrativo de los cuadros de este trabajo han sido pertenecido al siglo XIX y comienzos del XX. El protagonismo del retrato y del color son de vital importancia en la búsqueda de inspiración. Al igual que la expresión y la sencillez de las líneas, que acercan la técnica pictórica a la ilustrativa.


Edith - Helena Pallarés

Mujer en blanco - Helena Pallarés

Irlandesa - Helena Pallarés

Mujer en blanco - Helena Pallarés

Mujer en rojo - Helena Pallarés

Arte-Historia

viernes, 17 de septiembre de 2010


A través del tiempo, el arte ha acompañado a la historia como un testigo gráfico y descriptivo de la consecuencia directa que ha supuesto la mano y la mente del ser humano a lo largo de la misma.
Si bien es cierto, hasta hace poco se podía afirmar con rotundidad que el vínculo hombre-historia y su correspondiente progreso siempre ha sido evidente y que a su vez y, como acompañante paralelo, el arte así lo ha sido también. Si entendemos que el “progreso” como tal implica un desarrollo lógico y sobre todo, orientado al avance en cada uno de sus modos, podemos consolidar la anterior afirmación. En cualquier caso, existen muchos signos evidentes que afianzan la idea de que en la actualidad (y principalmente a partir del desarrollo del pasado siglo XX), debemos afrontar y asumir un evidente deterioro ético y moral de la sociedad en gran parte causado por las nuevas formas de comunicación y el exceso (y también carencia) de información que continuamente nos rodea.  Esta declaración puede resultar algo excesiva, aunque quizás también bastante acertada. En cualquier caso plantea una cuestión interesante, sobre todo si se mira desde el prisma del arte, que en este caso es el que nos interesa y con el que podemos focalizar un asunto general, como es la sociedad y la historia y servirnos de él como análisis de estudio paralelo o incluso, simbólico.
Algunos teóricos y críticos actualmente afirman que no existe la novedad como tal en el futuro del arte, ,que todo está hecho y que, a estas alturas, cuando nada (o casi nada) sorprende, la única opción es claudicar y revisar el pasado. Con ello, recuperar las normas que regían las disciplinas de un arte más clásico y tradicional que, aunque ahora menospreciado y relegado a los puristas, nunca ha dejado de ser la base y el origen de todo el arte (y “arte”) llevado a cabo en la actualidad.
Con este planteamiento comienzo a desarrollar un proyecto basado en el progreso del arte como línea sucesiva en la que de forma racional, la evolución del ser humano ha quedado reproducida a través de la historia. Quizás desde un punto de vista nostálgico, quisiera hacer alusión a aquellas formas de arte imperecederas que han sido origen y apoyo del arte en nuestra era. Sin subestimar el arte contemporáneo como hoy es conocido y asimilado, este proyecto es un humilde llamamiento a la memoria artística que por supuesto también tiene espacio para la fusión y la perspectiva de futuro.
Del mismo modo y en paralelo al tema artístico como tal, una parte del proyecto irá encaminada a mantener la figura del ser humano (como individuo, no como sociedad) como símbolo imperecedero en relación al arte y a lo largo del tiempo. El enfoque: La historia y el arte se transforman pero el hombre se mantiene inalterable.



A lo largo de una sucesión de retratos femeninos pictóricos (realizados al óleo) y con un mismo estilo y características, la perspectiva de la imagen se mantiene prácticamente invariable, a excepción de ciertas particularidades (como el gesto o el carácter del ropaje). En paralelo a cada uno de estos retratos, una escultura se corresponderá con la misma, al tiempo que irá reproduciendo una línea sucesiva mediante la cual quedarán plasmados los momentos más relevantes y significativos de la historia del arte, desde su inicio hasta la actualidad.
Desde la sencillez de la escultura en hueco relieve, pasando por las técnicas fundamentales de la piedra, la madera o el bronce hasta las técnicas mixtas o de materiales reciclados (plástico, vidrio, cartón, etc).
La complejidad de los retratos escultóricos se corresponderá a momentos más o menos concretos de la historia, así pues y, como punto de partida, la técnica más básica y el material más elemental se corresponderá al punto inicial de la línea, correspondiente con la Prehistoria. La complejidad irá en aumento a medida que se trabaje con otros materiales y también, con técnicas cada vez más avanzadas, siempre en relación al momento histórico (Arte Antiguo, Arte Medieval, etc). Así pues, la similitud o equivalencia con el retrato pictórico correspondiente variará en función del estilo artístico de la figura escultórica.
La escultura, adquirirá el rol de “arte” y la imagen pictórica, el de “ser humano”. De este modo se puede decir que la figura escultórica o “arte” se apoyará siempre en el retrato para crear una obra adaptada y sometida a ésta pero siempre alterada por el contexto histórico en el que se encuentre.

Por lo tanto, la obra final constará de dos partes diferenciadas y al mismo tiempo equivalentes:
-        La parte pictórica: Corresponde a la serie de retratos realizados al óleo de estilo ilustrativo/naïf. Cada obra estará realizada en gran formato (mínimo 80x50 cm). Se representará el busto de una mujer en primer plano. La personalidad del ropaje y cabello, los detalles y el gesto o expresión marcarán la diferencia entre unas y otras. La técnica así como el estilo característico de las obras se mantendrán para así mantener una línea uniforme.
-        La parte escultórica: Corresponde a la serie de retratos paralelos a cada uno de los cuadros y realizados con distintas técnicas y materiales. Cada obra estará realizada en un formato medio (bustos de un mínimo de 50 cm de alto). Desde el primero hasta el último la elección de los materiales así como su nivel de complejidad irá determinado por un momento histórico dentro del ámbito artístico:

                         - Prehistoria: Hueco relieve. Arcilla. Líneas muy simples y esquemáticas.
- Arte Antiguo: Bajo relieve. Madera/piedra policromada. Líneas sencillas aunque    más precisas.
- Arte Clásico: Medio relieve. Mármol. Armonía, racionalidad de las formas.
- Arte Medieval: Piedra. Reinterpretación de las líneas clásicas. Cromatismo.           
- Edad Moderna: Bulto redondo. Bronce/Mármol. Evolución de las formas, clasicismo, equilibrio.
- Siglo XIX: Estructuras metálicas. Eclecticismo.
-Siglo XX:
- Vanguardias: Técnicas mixtas. Expresionismo/futurismo/dadaísmo.
- Pop Art/Opt Art: Técnicas mixtas/material reciclado. Cromatismo.
-Nuevas tecnologías: Materiales reciclados. Incorporación  de técnicas audiovisuales.
                        -Futuro: Plástico, metacrilato, etc. Representación subjetiva del arte futuro (posiblemente en forma de robot).

De esta forma, se consiguen tres series diferenciadas que se pueden presentar de manera aislada o compuesta:
1.     Serie de pinturas (10 cuadros)
2.     Serie de esculturas (10 esculturas)
3.     Serie de pinturas y esculturas conjuntas (10 cuadros y 10 esculturas)


Si bien resulta muy complicado reducir la enorme magnitud del arte a lo largo de la historia, éste sería sólo un intento de extraer lo más significativo del mismo y tratar de comprender a grandes rasgos la trascendencia del arte como representación directa tanto del curso de la historia como de la relación paralela de la evolución histórica y la identidad del propio ser humano.